12.08.07

Cuando he llegado a la oficina dispuesto a comprar la tabla, un compañero me ha dicho que le mirara bien el footstrap trasero, ya que se le rompió un tornillo al intentar sacarlo y tenía una rosca inservible. El vástago metálico aún sobresale lo suficiente como para que pueda utilizarse para sacarlo con la herramienta adecuada y algo de cuidado, y lo suficientemente poco como para que no moleste al footstrap en su posición actual, que es perfecta para mí. Así que bueno, mañana la pagaré…

Como no está ya en las listas de material del centro (está como en el limbo, si alguien la robara… hum… si alguien… estoo, nada, nada), la he cogido sin problemas y aunque en opinión de todo el mundo el viento estaba “flojo”, he salido con una Zone 5,2 y me he pegado una sesión de freestyle de lujo, de casi tres horas. Agua perfectamente plana… y limpia, y fresca, y azul turquesa, y… (siento repetirme, pero esas cosas cuentan).

La foto que sigue, también de Gian Luca, es la que yo usaría como "portada" del "libro" de mi estancia allí, así que se merece ponerla a toda resolución:



He hecho cinco o seis intentos de gecko, de los cuales he logrado hundir dos veces la tabla, lo cual me hace pensar que efectivamente no es imposible ni para mí. Un par de volcanos logrados y varias derrapadas bastante largas acabadas en ¡chof! Y de pronto, un volcano bastante potente, alto, y al caer la tabla ha rotado 180º a toda velocidad, acabando en el mismo rumbo como un spock. No sé ni qué he hecho con la vela, pero la debía tener cogida porque me ha seguido en todo el giro y al final se ha ido al agua conmigo. Increíble, cómo patina ese bicho. Así que he empezado a probar esa maniobra, logrando girar como 270 grados ya en los primeros intentos, pero sin conseguir echar la vela lo suficiente hacia el viento como para que la escota no toque el agua.

Un par de fotillos más, de la tarde:



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