07.08.07

¡Otro día fuerte! Al principio he salido con una Chilli 107 (es lo que había) y 4m, pero estaba bastante fuerte y con demasiado choppy, así que he durado 10 minutos. Además llevaba los footstraps muy abiertos (a lo ancho) y tras un par de volcanos a un pie, he decidido seguir entero un día más.

Guerrilla 69 y 3’7, la combinación perfecta. Me estoy acostumbrando a esas medidas, me encantan. Incluso estoy controlando definitivamente la fuck tack… llamada así porque entre el choppy, las olas, la racha de viento que te falla justo en ese momento, los 69 litros, la cortísima proa de la Guerrilla y el loco que se acerca por detrás dispuesto a pasarte por encima… lo único que logras pensar cuando acabas la virada sólo puede describirse (influencia del ambiente internacional del centro) con el expresivo término ¡fuck…!

Al principio las olas eran pequeñas y el choppy provocado por el viento, en sentido contrario, prácticamente las anulaba, rompiéndolas. No estaba disfrutando a tope, así que he salido a descansar y comer algo, y un rato antes de empezar a trabajar me he metido otra vez. Entonces, maldita sea, estaba de lujo. Algunas olas comenzaban a acercarse al metro de altura, el choppy era menor y además Gian Luca, el fotógrafo, se había puesto a disparar en la orilla, lo cual es siempre un aliciente xD Me he tenido que salir justo cuando más me estaba divirtiendo.

Ahí estoy entrándole a una ola por el lomo (¡esta la surfeo sí o sí!):



Y una vez delante, descubro que es perfecta... ¡a por ella!:



Lástima que mi surf fuera todo menos perfecto xD



Bodydrag (si, esos sí que los controlo):







Salto al más puro frog-style:



El comienzo de las clases ha sido un lío de cuidado, he cambiado de alumnos como tres veces y al final me he quedado con dos españoles y una alemana. Los cursos bilingües son algo farragosos, toca repetirlo todo dos veces, y no digamos si son tres idiomas mezclados.

La laguna sigue ausente, así que hemos salido al mar. Desastre. Yo estaba desesperado, no había charcas lo suficientemente profundas, y las olas hacían casi imposible enseñar o aprender nada. Probando en uno y otro sitio, y siempre lo mismo. Por no contar que estaban soplando 30 nudos bien constantes con rachas mayores, medidos en el centro (en el agua suele haber como 5-10 nudos más). La gente ya iba fuerte con 3’7, y yo ahí dando clase. Con ese viento, hasta una conversación normal requiere bastante esfuerzo, y no digamos cuando tienes que hablar con alguien a 10-20m de ti. Al final hemos entrado en la pequeña laguna más al sur, donde apenas entraban las olas, y por lo menos he logrado que sacaran la virada rápida y el beach start. Sorprendentemente, se han quedado muy contentos, luego querían invitarme a unas cañas para celebrar la aventura. Parece que he sido el único que ha dado curso en ese nivel hoy (¡pardillo, pardillo!), y la verdad es que como monitor, no ha sido nada agradable.

1 comentario:

Carabiru dijo...

Qué pasada de fotos... y qué flipante el color del agua!!